Todos conocemos la trayectoria de Reynaldo Arenas como actor, pero ¿sabías que también hizo música en algún momento de su vida? En Tierra que canta conocimos su faceta como músico a través de sus proyectos teatrales como director.

“Todo empezó en los años 80, cuando tenía que viajar al interior del país para la película Túpac Amaru y mi hija me obsequió una quena para poder entretenerme en los descansos de la película. A partir de esta experiencia me quedé enamorado de su sonido y posteriormente tuve clases con el maestro Moisés Vivanco”, relató.

Arenas agregó que ya como director de teatro en la universidad, se animó a hacer teatro campesino y junto con los alumnos comenzó a hacer música para luego formar una agrupación de aproximadamente 60 personas entre músicos, cantantes y actores.

Reynaldo Arenas, adelantó en Nacional que para mediados de octubre presentará en el Gran Teatro Nacional una escena basada en el Taki Ongoy de Víctor Heredia, donde la musicalizarán con  instrumentos andinos como las zampoñas, quenas y la tarka.

“El hecho de nacer en Cusco me inculcó el respeto por la cosmovisión andina, asimismo el hecho de que físicamente mi aspecto es netamente ‘peruano’ he podido interpretar diversos personajes nacionales que me han permitido conocer otras percepciones andinas que las aplico en mis obras”, manifestó el reconocido actor.

Resaltó que aún hay un gran desprecio por la cultura viva andina y eso es el reflejo de que programas que presentan dicha cultura son programados de madrugada lo que dificulta que se puedan mostrar a los más jóvenes.

Por otro lado, consideró que en el cine nacional están tomando mayor presencia las historias reales como Canción sin nombre, que refleja la historia de una mujer que por falta de información cae en una trata de recién nacidos, perdiendo el suyo.

Por ello, “las obras de arte deben cumplir tres funciones: entretener, informar y educar, y eso se está aplicando con el cine peruano del interior”, acotó.