A finales de marzo, el Ministerio de Salud declaró en alerta epidemiológica a 14 distritos de Lima debido al aumento de casos de dengue. Es por ello que en Qué Hacer, el ingeniero ambiental Diego Ríos remarcó la importancia de la fumigación para prevenir la transmisión de esta enfermedad.

El especialista de la unidad epidemiológica y de salud ambiental del Hospital de Ventanilla ofreció recomendaciones a tomar en cuenta antes, durante y después de una fumigación por dengue.

“Primero, hay que señalar la diferencia entre dos términos: fumigación y desinfección. El primero se realiza con plaguicidas. En este caso, para eliminar el mosquito que transmite el dengue y para desinfectar, se utiliza alcohol o lejía, por ejemplo”, indicó.

Antes de fumigar, se debe evacuar a todas las personas que viven en la casa o departamento. Asimismo, cubrir con plásticos los utensilios de cocina y artículos que estén expuestos. También se debe cubrir la ropa, sábanas, frazadas y almohadas. Además, se recomienda desconectar los artefactos eléctricos y bajar la llave del gas.

“Todos los miembros del hogar deben salir del espacio, así estén con mascarillas, ya que esas no son las adecuadas para fumigación. De lo contrario, podrán experimentar malestar en el cuerpo, las vías respiratorias, vómitos o dolor de cabeza”, señaló Ríos.

Luego de la fumigación, el ingeniero recomendó que las personas permanezcan dos horas fuera del domicilio. Transcurrido ese tiempo, una persona encargada deberá entrar y abrir las ventanas para que los residuos de la fumigación puedan disiparse. Se debe esperar media para que finalmente el resto de la familia pueda ingresar al inmueble.

Finalmente, Ríos aconsejó que lo ideal es que la fumigación esté a cargo de expertos, ya que se manejan sustancias químicas. “Hay casos de fumigación casera que terminan con la intoxicación de todos los familiares. Es mejor optar por especialistas”, puntualizó.