El pino radiata se ha convertido en el "oro verde de la comunidad de Llullapuquio, ubicada en el distrito de Chetilla, provincia y región Cajamarca, debido a la gran demanda de la industria maderera y por ello sus habitantes apuestan por la producción de plantones de esta especie.

Los pobladores han conformado la Cooperativa Agraria de Trabajadores de Llullapuquio y tienen proyectado convertir sus 3,500 hectáreas de tierras en gigantescos bosques de pino; para ello, vienen procesando en su propio vivero 65,000 plantones de pino radiata para la próxima campaña y cuya semilla es certificada e importada de Chile.

Homero Valdez Infante, técnico en forestación y encargado del vivero, dijo que antes esperaban entre 25 a 30 años para producir madera, y que ahora con el uso de tecnología las plantaciones están listas para talar entre 10 a 12 años. “El pino radiata es un producto rentable y se desarrolla en menos tiempo”, acotó.

La cooperativa cuenta con dos talleres de corte de árboles y carpintería donde transforman la madera en mesas y sillas para los socios y comercialización. “La forestación genera empleo para los socios y sus familiares”, sostuvo Valdez, al precisar que el proceso para la obtención de plantones en el vivero demora un año.

Dijo que actualmente trabajan con semilla de cuarta generación importada de Chile, y que antes de la pandemia adquirían a 200 dólares el kilogramo; sin embargo, el precio se incrementó a 800 dólares. “En los próximos años tendremos nuestra propia semilla mejorada. Ya tenemos las plantaciones en desarrollo”, afirmó.

Los 50 socios de la Cooperativa Agraria de Trabajadores de Llullapuquio, que tiene 36 años operando, se dedican también a la ganadería (producción de leche y carne) y la crianza de truchas. Cuenta con cerca de 400 cabezas de ganado que comercializan en la plaza pecuaria y la leche es acopiada por la empresa Nestlé.

Emilio Tanta Cueva, socio de la cooperativa, contó que en 1998 el Ministerio de Agricultura, a través de un fondo rotatorio, les otorgó 36 cabezas de ganado. “Después de unos años, el ministerio nos otorga una resolución de condonación y el ganado pasa a ser propiedad de la cooperativa”.
Respecto a la producción de leche, indicó que diariamente comercializan entre 200 a 300 litros a la empresa Nestlé; no obstante, adelantó que tienen proyectado industrializar este producto para la obtención de derivados lácteos.

En cuanto a la producción de trucha, la cooperativa construyó una piscigranja con apoyo de la municipalidad de Chetilla. “Tenemos más de diez mil truchas instaladas y en diciembre debemos comenzar la comercialización en el mercado de Cajamarca”, subrayó.

Con extensas tierras, hermosos paisajes y actividades orientadas a la agricultura, ganadería, piscicultura, vivero y forestación, la Cooperativa Agraria de Trabajadores Llullapuquio tiene en sus planes incursionar en turismo rural comunitario; para ello, tocarán las puertas de las instituciones locales para hacer realidad su propuesta.

Isidro Tanta Huamán, presidente de la cooperativa, dijo que el objetivo es generar más puestos de trabajo para su comunidad. “La cooperativa se sostiene con el trabajo de todos los socios y cada año vamos invirtiendo recursos en equipamiento”.
Otro proyecto que tiene planificado la comunidad es aprovechar el agua de manantial que existe en su jurisdicción para procesarlo, envasarlo y comercializarlo.

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