La adhesión de países a organismos internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tiene por objetivo salvaguardar la institucionalidad democrática de sus miembros, y es el resultado de un proceso que expresa el espíritu de libertad al que a lo largo de la historia las naciones aspiraron, por lo cual, que un gobierno de turno pretenda desligarse de uno de ellos es un error, consideró Diego García-Sayán, ex presidente de la CIDH.

En ese sentido, para el también ex ministro, las recientes demandas de cierto sector del Legislativo para retirar al Perú de la CIDH debido a que ésta impide a sus integrantes aplicar la pena de muerte (la misma que estuvo en el debate en los últimos días tras el secuestro, violación y asesinato de la menor Jimena), solo promueven el aislamiento del ciudadano de a pie, pues “permite que la autoridad nacional haga cualquier cosa”, negándole así a la ciudadanía el derecho a recurrir a una instancia internacional de darse el caso.

“A veces los casos más llamativos son los casos que pueden resultar más urticantes para un sector la opinión pública, pero se olvida que la CIDH ha defendido casos de propietarios expropiados sin ninguna indemnización, ha defendido casos de libertad de expresión, ha establecido la jurisprudencia que establece la obligación de los Estado de garantizar a la ciudadanía el acceso a la información pública”, agrega García-Sayán, quien lamentó que en los últimos días haya cobrado fuerza en el país un espíritu de extremismo autoritario.

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