“Las altas temperaturas de verano pueden afectar a los bebés de diversas maneras, ya que su capacidad para regular la temperatura corporal es limitada en comparación con la de los adultos. Esto los hace más susceptibles al golpe de calor, una condición peligrosa que ocurre cuando el cuerpo ya no es capaz de regular su temperatura, y esta sigue aumentando”, indica Camila Rodriguez, educadora y acompañante del Programa de Acompañamiento a Familias CIB de la Fundación Baltazar y Nicolás.

• Hidratación: Es crucial mantener al bebé bien hidratado, especialmente en climas cálidos. Si el bebé está amamantando, incrementar la ingesta de leche materna, si se nota que hay sed o signos de ello, ofrecer siempre más veces el pecho de mamá. Si el niño ya no se encuentra amamantando, ofrecerle agua no azucarada es fundamental, si sale con el niño llevar siempre agua hervida fría en un envase apropiado para proporcionarle y coja con sus manos. ¡Evitar el consumo de bebidas gaseosas!
• Ropa adecuada: Viste al bebé con ropa ligera y transpirable. Opta por prendas de algodón sueltas y de colores claros para reflejar el calor. Usa sombreros para proteger su cabeza del sol. Es importante asegurarse de que la ropa sea holgada para permitir una buena circulación del aire y evitar el sobrecalentamiento.
• Protección solar: Si el bebé tiene más de seis meses, puedes aplicar protector solar en áreas expuestas de su piel. Elige un protector solar diseñado para bebés con un factor de protección solar adecuado y evita la exposición directa al sol durante las horas pico (entre las 10 a. m. y las 4 p. m.).
• Evitar la sobreexposición al calor: Mantén al bebé en lugares frescos y bien ventilados. Evita actividades agotadoras o salir durante las horas más calurosas del día. Procura que la habitación donde el bebé pase la mayor parte del tiempo esté bien ventilada y a una temperatura agradable.
• Higiene personal: Realiza baños tibios (no calientes) para refrescar al bebé. Evita el uso de agua demasiado fría, ya que puede ser perjudicial por el cambio de temperatura. Un baño tibio es una excelente manera de aliviar el calor y mantener la temperatura corporal del bebé equilibrada.