“En el confinamiento, tener a la familia al lado es fundamental y con mi esposa e hija, nos levantamos y reinventamos diariamente a través de las ventanas virtuales que nos conectan con el mundo”, expresó el músico Pedro Arriola en diálogo con Tierra que canta.

Luego de reconocer que el confinamiento conlleva al estrés y la frustración, resaltó el hecho de que la familia saca lo mejor de nosotros para que no seamos indiferentes al dolor ajeno. “Esta experiencia que todos vivimos en cuarentena tiene que hacernos mejores, el mundo debe aprender de esto, los dirigentes mundiales, los políticos, la clase dirigente, tienen que sacar una enseñanza porque de lo contrario, todo el sacrificio y el dolor habrán sido en vano”, comentó.

El también investigador y promotor cultural se definió como una persona optimista y que a pesar de ser consciente de la magnitud del virus que nos asola, lo enfrenta sin temor. “Lo que me ayudó con la pandemia y el enclaustramiento fue hacerme más lector que nunca. A la fecha ha leído sesenta libros y aquello me dio sosiego”, mencionó.

Asimismo, dijo que escucha más música y que posee una colección de tres mil discos originales de la que se siente feliz y orgulloso, cada disco que tiene sabe dónde lo compró, cuánto costó y en qué momento lo escuchó por primera vez.

Pedro Arriola acaba de grabar una composición de Arturo Santos, un artista mexicano que lo contactó por internet para hacerle arreglos de charango.  Dicta talleres virtuales de charango en Japón, Estados Unidos, Chile y en todo el Perú.

Ha fundado y está dirigiendo un colectivo de lectura que se llama el "Club Ribeyro", lo que demuestra que hay en todos un afán de leer. Tiene más de cinco mil miembros de todo el orbe, entre ellos la familia del famoso escritor nacional, considerado uno de los mejores cuentistas de la literatura latinoamericana. También sigue componiendo, escribiendo y piensa lanzar el postergado libro de cuentos que hizo, algunos inspirados en la pandemia.