El cáncer de tiroides sucede cuando se forma un nódulo sólido en dicha glándula y es porque un grupo de células aparecen y comienzan a crecer sin control, así lo explicó Edgar Salas, cirujano de cabeza y cuello, quien además aclaró que es un mal silencioso y desconocida la razón por la que sucede.

“Los factores de riesgo son las exposiciones a la radiación, la herencia familiar en algún tipo de cáncer (podría estar en alto riesgo de esta enfermedad), tener sobrepeso u obesidad, una tiroides agrandada o bocio y dieta baja en yodo”, señaló.

Recordó que la tiroides tiene forma de una mariposa que se posa en la parte frontal del cuello, justo debajo de la llamada “nuez de Adán”. Es una glándula que produce una hormona tiroidea que se encarga de sustentar el metabolismo de nuestro cuerpo, en pocas palabras, esta hormona se encarga de conservarnos activos, despiertos, mantener la temperatura corporal -el calor y el frío- ; en los niños se encarga de regular su desarrollo cerebral. Todos tenemos glándula tiroides.

En Qué hacer dijo que algunos de los síntomas de esta dolencia son la hinchazón en el cuello y dolor que llega a afectar los oídos, aparición de un bulto en el cuello que puede crecer rápidamente, dificultad para respirar y pasar los alimentos, presencia de ronquera, cambio de voz y una tos constante que no se debe a un resfriado común.

El médico indicó, sin embargo, que el cáncer de tiroides se trata mejor en etapas temprana, pero no es posible prevenir la mayoría de casos porque las personas afectadas con el mal no tienen factores de riesgo conocidos. “Pero, sí podemos evitar exponernos a la radiación, las radiografías y tomografías computarizadas, especialmente en los niños. Ellos no pueden ser sometidos a este tipo de exámenes a menos que sea absolutamente necesario, y siempre con la dosis más baja de radiación”, advirtió en Nacional.

Finalmente, mencionó que si un paciente tiene el antecedente de algún familiar con cáncer de tiroides, debe hacerse un chequeo médico para saber si está desarrollando algún tipo de nódulo. Para la evaluación de la glándula tiroides se recomienda una ecografía de cuello, que usa ondas sonoras para crear imágenes y no hay exposición a la radiación.