La vida acelerada de la sociedad moderna ha decaído en la desatención de la salud, y uno de los órganos más afectados con esta tendencia es el corazón. Mantener una vida sana y hacerse chequeos médicos podrían salvarnos de una silenciosa enfermedad cardiovascular. En el Día de la Cardiología Peruana, compartimos necesarios consejos para cuidar este órgano vital.

Un fuerte dolor en el pecho puede ser la señal de que algo no anda bien en nuestro corazón, aunque en muchos casos este aviso llega demasiado tarde. La hipertensión arterial, diabetes, tabaquismos, obesidad, sedentarismo, o estrés son factores de riesgo que, a la larga, podrían desencadenar una enfermedad cardiovascular. Y son las mujeres más propensas a desarrollar estos males.

“Existen factores adicionales en las mujeres por el tema de los estrógenos y embarazo. Una paciente mujer que haya tenido pérdidas, abortos o preclamsia durante el embarazo, a largo plazo tendrá una probabilidad de sufrir un infarto al corazón o una hipertensión arterial”, explicó la cardióloga Lourdes Campos en Qué Hacer.

¡A cuidar el corazón!

1. Atento a la presión arterial. A partir de los 30 o 40 años debes tomarte la presión y saber cuál es tu número. Lo normal es menos de 140 y menos de 90.

2. Mantener niveles de glucosa bajos. Es necesario un chequeo integral para conocer cuál es el nivel de esta sustancia en tu organismo.

3. El colesterol malo debe estar por debajo de 100. Una buena alimentación baja en grasas evita el incremento del colesterol, además de evitar la obesidad.

4. Evita el tabaco. Si fumas dañas la parte interna de la arteria. En el caso de las mujeres, este hábito puede ser más perjudicial porque poseen arterias delgadas.

5. Si tuviste preclamsia durante el embarazo, debes tener más cuidado. Esta afección activa la enfermedad cardiovascular. Pero una vida sana puede retrasar sus efectos.

¿Cómo alimentarnos?

Es fundamental que desde los primeros años de vida se consuma una correcta dieta. En nuestro país es una costumbre comer muchos carbohidratos; como harinas, dulces, pan, arroz o papa. Para mantener el bienestar físico, es recomendable comer más verduras y frutas, alimentos que nos proporcionarán vitaminas y energías.

De la misma forma, el consumo excesivo de sales nos puede causar hipertensión o con predisposición a presentarla. Debemos acostumbrar a nuestro paladar a comer con niveles bajos de sal. Un primer paso puede ser pasar, de una cucharada de sal, a la mitad en la comida diaria.

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