El acuerdo anticorrupción entre el Perú y la OEA tiene entre sus principales objetivos fortalecer la credibilidad de nuestro país ante los organismos internacionales de crédito y lograr el ingreso a la organización para la cooperación y el desarrollo económicos, detalló el embajador Harold Forsyth. 

“Necesitamos tener una buena imagen de nuestro sistema financiero y se mantenga una política fiscal sana. Hay que recordar que para la población peruana la corrupción es un mal endémico por lo que el Estado trata de promover bases internacionales que compliquen más el realizar actos de corrupción. Es un tratado que marca un camino a seguir.”En el Informativo por Nacional, señaló que para encarar la lucha contra la corrupción este accionar es una de las medidas, pero existen muchas más. 

“Se trata de analizar donde está el problema de la corrupción y luego introducir normas y situaciones que hagan más difícil la corrupción por parte del Estado. Es decir, complicar más las acciones posibles que pudieran tomarse y algo se ha avanzado al respecto. “

Forsyth sostuvo que la gran corrupción existente en otros tiempos en el país está mucho más recortada. “El gran objetivo será recuperar el camino de las negociaciones con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“Porque cuando un país está dentro de la OCDE está obligado a cumplir todas las normas y ese debería ser el siguiente paso del Perú.”

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