En medio de las celebraciones por el Día Internacional del Folclore, Qué Hacer nos invita a conocer más sobre los nuevos hallazgos en el sitio arqueológico de Vichama. Los muros encontrados refuerzan la idea de un pasado marcado por la escasez de alimentos; pero, sobre todo, manifiestan una memoria colectiva.

Ubicado en el valle de Huaura, el sitio arqueológico de Vichama fue ocupado posteriormente a Caral, más específicamente entre los años 1800 al 1500 a. c. Investigaciones han revelado que los templos de esta gran civilización fueron abandonados por la escasez de alimentos que duró largos años, y que motivó el éxodo hacia zonas cercanas al mar.

“La exhibición de la escultura mural es una escena interesante y compleja que revela una coherencia frente a lo que se había encontrado antes. Parecen ser murales donde se almacenaba memoria de tiempos de crisis. Hay una representación de una semilla antromorfizada, que tiene unos vástagos a la tierra y parece estar recibiendo el influjo del agua representadas por dos serpientes”, informó el arqueólogo Pedro Jesús Novoa, integrante del equipo que trabaja en la zona arqueológica de Caral, dirigido por Ruth Shady.

Debido a las variadas actividades económicas que proporcionaba la geografía de Vichama, ubicado en el actual distrito de Vegueta, en el valle de Huaura, la civilización que antes habitó Caral llegó hasta aquí para resistir los embates de la naturaleza. Vichama está muy cerca del mar, pero también de los campos de cultivo, por lo que fueron denominados como agropesqueros.

“Los murales son una forma de plasmar memoria. Este mural aduce específicamente a una semilla que germina, refiriéndose al tema de fertilidad agrícola. Es como un deseo o propiciación a estos tipos de elementos, por un lado recuerdan los problemas productivos y por otro lado refleja que puede llegar el agua”, afirmó a Nacional FM.

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