Actualizar el reglamento de la Ley de Productividad y Competitividad laboral es necesaria porque es una norma que data de 1996, pero algunas de las propuestas deberían perfeccionarse, opinó el abogado laboralista Christian Tamayo.

En “Pulso Empresarial” con Clorinda Velásquez advirtió que si bien la norma propone un sistema de gestión de rendimiento, la evaluación deberá hacerse comparando a los pares y todos los detalles deberán aparecer claramente indicados en el contrato de trabajo.

“Los criterios deben ser objetivos y razonables, no pueden ser arbitrarios o subjetivos (…) si el trabajador está por debajo, sí podría despedirlo. Con esta norma se estaría flexibilizando esta causa justa de despido y de todos modos generaría un impacto”.

Principales modificaciones

• Precisa criterios para determinar cuándo el empleador comete una falta grave.
• Precisa que el personal de confianza o dirección tiene derecho a indemnización por despido arbitrario.
• Establece que la indemnización por despido arbitrario y los beneficios sociales se puedan depositar por separado en una cuenta bancaria.
• Amplía la cobertura de protección de despido a representantes del sindicato, comisión negociadora de los pliegos colectivos y secciones sindicales.
• Ya no exige al trabajador que presente pruebas de conductas reiterativas en su contra por parte del empleador, cuando denuncie despido por represalia.
• Establece el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores, aunque estén en periodo de prueba.
• Aclara que los pagos pueden hacer en especias sólo en un máximo de 30 % y prohíbe a las empresas de bebidas alcohólicas pagar con productos. Deberán hacerlo con vales de consumo directo.

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