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Niños y niñas de la comunidad ashaninka de Quempiri ya acceden a Aprendo en Casa

10:48 h - Lun, 13 Jul 2020

En Quempiri, al borde del río Ene, en la selva de Satipo, a más de siete horas de viaje en camioneta y otras diez horas de traslado en bote desde Huancayo, vive Betty Peña Crespo, usuaria del programa Juntos del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), quien para evitar que las niñas y los niños de su comunidad pierdan clases, pues no cuentan con radio, TV o computadora, contrató internet satelital y convirtió un ambiente de su vivienda en un centro de estudios de Aprendo en casa, donde se cumplen todas las medidas sanitarias correspondientes para evitar el contagio de la covid-19.

“Si algo he aprendido en Juntos es a entender que la única forma de salir de la pobreza es estudiando y no podía permitir que estas niñas y niños perdieran sus clases. Aprendamos a compartir lo poco que tenemos a nuestro alcance, así como la naturaleza nos da sus frutos, nosotros compartamos lo que poseemos para salir de esta crisis”, cuenta Betty, que además de usuaria, es también presidenta de las madres del programa Juntos del Midis en la zona.

En los hogares de muchos escolares de la comunidad no contaban con las herramientas para seguir estudiando. Ante la dificultad, la usuaria de Juntos contactó a un proveedor de servicio de internet satelital y, pronto, le instalaron una pequeña antena y un módem.

Un par de días después ya tenía internet para compartir con todas las niños y niños que necesitaran conectarse para seguir estudiando. Estableció reglas, horarios y medidas sanitarias. Así, de la noche a la mañana, su vivienda, hecha de pajas, esteras y techo de shapaja (una planta típica de la zona), se convirtió en un modesto centro de estudios.

Cada día recibe en dos turnos a 10 niñas y niños quienes no solo les brinda internet, sino también su celular cuando lo necesitan. Esta usuaria de Juntos se ha convertido en una especie de tutora de estudios pues se ha puesto en contacto directo con las y los docentes de la zona para coordinar la asignación de tareas en cada grado.

Quempiri es una pequeña comunidad nativa con poco más de 300 familias, la mayoría de la etnia ashaninka. Pese a la lejanía, los miembros de la comunidad cumplen un estricto protocolo para evitar el contagio de la covid-19. Gracias a estos cuidados, seguidos disciplinadamente por niñas, niños, personas adultas y personas adultas mayores, hasta el momento no se ha reportado ningún caso de coronavirus en el lugar. Además, la comunidad decidió cerrar sus fronteras y organizarse en pequeños grupos para comprar los víveres en zonas cercanas, con el objetivo de reducir el riesgo de contraer el virus. Hasta ahora, no han registrado casos.

/NDP/


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