El día de ayer fiscales peruanos en Brasil interrogaron a Jorge Barata, ex hombre fuerte de Odebrecht en el Perú, sobre la presunta entrega de dinero por parte de la transnacional brasilera al partido político Fuerza Popular (Perú). En ese contexto, la defensa de Keiko Fujimori, lideresa y candidata presidencial del bloque en mención, solicitó a la justicia carioca que Barata declare no en español (tal como lo había hecho en la víspera para el caso Humala) sino en portugués. ¿El motivo? El congresista oficialista Guido Lombardi ensaya la siguiente respuesta:

“La explicación sería que la traducción oficial es algo que pude tardar unas semanas o más, y para que la fiscalía pueda hacer su trabajo requiere de la traducción oficial”, dijo, deslizando la idea que tras la movida habría una intención de ganar tiempo.

En otro momento el legislador estimó que los dichos de Barata deben ser tomados con pinzas, pues no se puede confiar del todo en alguien cuyo historial de calidad moral es bastante cuestionable.

“Tampoco podemos dar por cierta a raja tabla las declaraciones de una persona que tiene intereses muy concretos. Le interesa salvar a su empresa, seguir una estrategia. No digo que esté mintiendo, pero es el señor encargado de corromper y ahora resulta que su palabra es la santa palabra. No creo que Barata esté interesado en decir la verdad, pero interesado en conseguir una situación como la de Marchelo Odebrecht, para eso necesita colaborar”, dijo para los micrófonos de El Informativo.

Como se recuerda, entre el martes y miércoles de esta semana Jorge Barata confesó, ante fiscales anticorrupción peruanos en Brasil, que la constructora Odebrecht entregó dinero para financiar las campañas presidenciales de los entonces candidatos Mercedes Aráoz, Alan García, Pedro Pablo Kuczynski, Ollanta Huama y Alejandro Toledo.

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