Cultural

Un viaje a Las Shicras: una maravilla de difícil acceso

19:20 h - Lun, 30 Mar 2020

Voy en busca de una ciudad perdida, me contaron que tan solo a 90 kilómetros de Lima se encontraba el sitio arqueológico Pisquillo-Las Shicras, un espacio escondido entre colinas, pedregales y amplios sembríos. Me anima pensar que será un viaje lleno de aventuras y gratas experiencias.

La odisea del auto

Para este viaje primero nos dirigimos hacia el norte desde Lima, a la ciudad de Huaral, a donde llegamos después de hora y media a toda máquina por la carretera principal que conecta con el valle de Chancay.

Durante el trayecto, atraída por el aroma dulce de las almendras acarameladas, paré en la exhacienda Huando, otro de los puntos turísticos que nadie debería dejar de visitar. Allí pude disfrutar de aquella arquitectura colonial y conocer un poco la historia de las tan populares y jugosas naranjas Huando; aquella fruta premium, anaranjada, de textura única e inigualable.

Sobre la producción frutera de Huaral

La comerciante mayorista Elvira Madueño resaltó la importancia del cultivo de frutas en la zona. “Somos considerados una de las despensas de Lima, casi la mitad del total de nuestras áreas de cultivo están dedicadas a las frutas como el manzano, mandarina, palto, mango y naranjo”, dijo.

Finalmente, Madueño se despidió invitando a los turistas a visitar el gran mercado de frutas “El Palmo” ubicado en la Calle El Palmo 1 en Huaral.

Por los senderos de nuestros antepasados

Continúo mi recorrido y , aún saboreando las almendras confitadas, logro apreciar lo rico que es salir fuera de Lima y disfrutar un cielo distinto, aire más limpio, sin ruidos de autos; en fin, aquel día se perfilaba con buen sol, así que es cuestión de esperar un poco.

Fue grande mi sorpresa cuando logré observar una gran loma cargada de frondosa vegetación, entonces la conductora del vehículo -ante mi mirada curiosa- me explicó que la Mitsubishi tendrá que trepar aquella extensa loma… cosa fácil que pudimos sortear en un par de minutos. Atrás me esperaba la quebrada Orcón, donde aquellos aromas palpitantes de los manzanos y mangos, impregnaron el interior de la camioneta y en ese instante recordé los irremplazables dones de la tierra.

He llegado al fin, estoy frente al sitio arqueológico de Las Shicras. Una pequeña montaña adosada de construcciones antiguas que aún dejaban ver la grandeza de sus constructores,  que dejaron cual huella en el tiempo, tres entierros prehispánicos descubiertos recientemente.

Los estudiosos en Shicras dan cuenta de la presencia de las culturas Inca, Chancay y de poblaciones que la habrían ocupado muchos años antes de Cristo, tal como lo menciona el arqueólogo Walter Tosso.

Las tejedoras de shicras de Tupicocha

El arqueólogo Walter Tosso fue quien descubrió esta zona vecina a Pisquillo y lo bautizó “Las Shicras” por el hallazgo de muros que aún conservan esta antiquísima técnica constructiva: grandes canastillas repletas de piedras como relleno para sostener muros.

Tienen más de tres mil años de antigüedad y no muestran desgaste ni derrumbes luego de soportar a través de largas décadas un sinnúmero de fenómenos naturales.

Hoy en día esta técnica de tejido se conserva en Tupicocha. Las tejedoras utilizan fibra de maguey y el proceso de elaboración es largo y complicado. Sin embargo, elaboran unos bolsos indestructibles que soportan hasta treinta kilos de peso.

Las tejedoras de shicras de Tupicocha tienen un lugar especial en la feria Ruraq Maki ("hecho a mano") que cada año se realiza en los ambientes del Ministerio de Cultura.

Técnica ancestral de construcción

Por otro lado, el investigador de construcciones de Tierra en Área Sísmicas, Ing. Julio Vargas Neumann, propone construir viviendas con “SHICRAS”.

La presentación de esta propuesta se mostró, por primera vez, en la EXPO ARCON 2018 (un evento sobre construcción), en el stand del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, como modelo de tecnología para las nuevas casas en las zonas rurales del país.

Por otro lado, en el año 2019, en el sector de Mayopampa del distrito de Tres de Diciembre (Chupaca), Enriqueta Castañeda Castañeda, construyó una vivienda con muro gavión, siendo una alternativa de casa antisísmica, que serviría por los constantes sismos que se registran en la jurisdicción.

La joven que estudió la maestría de la facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP), manifestó que mediante la utilización de piedras que son unidas en una estructura de mallas electrosoldadas y galvanizadas, en cuyo interior se ubican fierros en forma de columnas, se puede tener construcciones sumamente resistentes y que son amigables con el ambiente por el uso de la materia prima que se encuentra en este sector.

Enriqueta Castañeda remarcó que luego de sustentar su tesis buscará, a través de convenios con instituciones públicas o privadas, la construcción masiva de estos módulos para familias en situación vulnerable que deseen vivir de forma segura y económica.

Hacia el futuro

El Estado Peruano a través del entonces Instituto Nacional de Cultura, reconoció los valores del Sitio Arqueológico Las Shicras – Pisquillo, declarándolo Patrimonio Cultural de la Nación, pero este trámite no es suficiente.

Se observa un gran potencial turístico en este valle prodigioso del Río Chancay, pero para llegar lejos se necesita un control exhaustivo en la conservación y puesta en valor.

Los ciudadanos huaralinos solicitan apoyo gubernamental y de las empresas privadas para dar a conocer al mundo entero el renaciente sitio arqueológico Pisquillo-Las Shicras.

(Silvia Orbegoso - Enviada especial)


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