Cultural

Lunes Santo cusqueño: bendición del Taytacha de los Temblores

10:47 h - Mar, 7 Abr 2020

Este lunes santo, por primera vez en 300 años, el Señor de los Temblores no realizó su recorrido tradicional en la ciudad del Cusco. Esta procesión, que usualmente congrega alrededor de 80 mil fieles en la Plaza de Armas y principales calles del centro histórico, fue cancelada debido al actual estado de aislamiento obligatorio.

Sin embargo, fieles a la tradición y desde sus hogares, los cusqueños pudieron escuchar la misa en honor al Taytacha y recibir su bendición, a través de los canales de televisión, emisoras de radio y medios digitales locales. La misa se realizó en la Catedral del Cusco y la bendición fue al medio día, en la capilla del Señor de los Temblores que se encuentra dentro de este recinto.

Mira la misa completa aquí: https://bit.ly/39SItSr

A pesar de las complicaciones, este año el ñujchu volvió a acompañar la imagen del Cristo cusqueño. Esta flor silvestre de carácter sagrado en la cosmovisión andina suele ser lanzada y ofrendada al Taytacha desde los balcones durante la procesión, cubriendo así su cabeza y hombros con una suerte de manto floral rojo. Además, unas coronas hechas de ñujchu, especialmente preparadas un día antes, suelen ser colgadas a los costados de la cruz.

Esta vez, a través de las pantallas, se pudo ver al Señor con una delicada corona cargada de ñujchu, que cubría su cabello. Las flores también fueron lanzadas desde los costados de la imagen durante la bendición, mientras sonaban campanadas y sirenas.

Conoce la historia del ñujchu y el Taytacha en este enlace: https://bit.ly/2JLRoKJ

La fe en el Señor de los Temblores es parte trascendental de la religiosidad cusqueña. La tradición oral cuenta que, cuando se produjo el terremoto del 31 de marzo de 1650 en la ciudad de Cusco, el Taytacha fue sacado en procesión y el sismo se detuvo. Este milagro dio origen a su nombre. Se cuenta también que en 1720, el Patrón Jurado de Cusco realizó otro milagro: detener una peste que asolaba la ciudad.

Hoy en día, su procesión de Lunes Santo es más que una festividad religiosa: es parte de la identidad y cultura cusqueña. Esto, sumado a su carácter sincrético (colonial y andino), ha logrado que la Festividad del Señor de los Temblores sea declarada Patrimonio Cultural de la Nación.

 


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