Cultural

Alfredo Leturia, la voz del vals victoriano. Conoce más sobre su vida

0:46 h - Jue, 10 Jun 2021

Inconfundible representante de nuestra música criolla. En la interpretación de Alfredo Leturia muchas canciones se volvieron joyas. Pero este incomparable artista no solo se dedicó al canto. Hoy, que se cumplen 19 años desde su partida, lo recordamos con esta semblanza y datos poco conocidos sobre su vida. 

Victoriano de nacimiento. 

Nació el 3 de setiembre de 1916 en el jirón García Naranjo. Vivió en este distrito toda su infancia y juventud. El menor de una numerosa familia, compuesta por su padre Manuel Leturia, su madre María Almenara y sus once hermanos. Con solo once años quedó huérfano de madre y fue su hermana Amelia, junto a su padre, quienes cuidan de él. 

Su acercamiento a la música criolla se dio en el seno del hogar. En casa de sus padres solían realizar innumerables jaranas donde acuden miembros de las familias Valdelomar, D'Acosta, Santacruz, Vàsquez, Menacho, etc. 

Cuando tenía 14 años, Alfredo Leturia llegó a la casa de la familia Valdelomar, en La Victoria, guiado por sus hermanos Víctor y Amelia. Aquí conoció al maestro Felipe Pinglo Alva, el “bardo inmortal”.

Diestro deportista

En su juventud destacó en el box y básquet. Este último deporte lo llevó a integrar el club victoriano “Pedro Flecha”,con el que realiza giras a nivel nacional; y también formó parte de la selección de básquet de Lima. En el box, Juan Álvarez fue su entrenador y gran amigo, quien, también aficionado a la música criolla, lo hace socio del Centro Social Cultural Musical "Felipe Pinglo Alva". Además, entabló gran amistad con futbolistas de su querido Alianza Lima, como Valdivieso, Alejandro Villanueva, los Castillo.

De la música cubana a la criolla

Además de música peruana, en su hogar se escuchaba también música cubana. Y es justamente en este género su primera incursión en la música. Junto a Guillermo D'Acosta y Manuel Fajardo forma el “Trío Lucumi”, el cual se dice que fue el primero de la época. Más adelante, con Antonio Velásquez y D'Acosta crean el “Trío Puerto Rico”, realizando presentaciones en los diferentes teatros de Lima.

Ese particular estilo al cantar, que le aporta a la música criolla, se la debe a su primer acercamiento con este género caribeño, caracterizado por la síncopa en su armonía. Hoy es reconocido como fiel exponente del vals victoriano. En su vida artística, grabó un disco de larga duración con Julio "Chavo" Velàsquez por el aniversario del Centro Musical Felipe Pinglo, donde fue concesionario en los años 60. Ahí están incluidos los temas “Murió el maestro” y “Fin de bohemio”. Y junto al maestro de la guitarra Carlos Hayre Ramìrez, hace algunos temas que no salen a la luz por motivos de su enfermedad. No le gustaba grabar, pues solía decir que cantaba por amor a la música criolla. 

De oficio, herrero

Como muchos artistas, Alfredo Leturia no solo se dedicaba a la música. Aprendió el oficio de herrero con el señor Palacios, padre de los deportistas Celso, Augusto, Guillermo; y junto con los Santacruz, entablando luego gran amistad con Nicomedes. Laboró por 25 años en la empresa Cerrajera italiana "Invicta", siendo el encargado de importantes obras en diversas ciudades del país. 

Frases pintorescas 

Pocos sabrán que algunas de las frases que suelen usarse en el argot criollo le pertenecen a Alfredo Leturia. Algunas de las más ingeniosas son: "Estás engañando al mundo con tu cara de inocente, pero yo que te conozco, te llamas Clemente"; "Vienes de Mollendo...porque vienes jodiendo"; "Dime qué quieres que haga para saciar tu capricho. Dime pues, qué puedo hacer para merecer tu amor. No hablemos de dolor".

/KAB/


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