Tragedia en el continente asiático. Sri Lanka, país ubicado en el sur de Asia, sufrió una seguidilla de ocho atentados con explosiones, en medio del denominado Domingo de Resurrección, afectando a tres iglesias, cuatro hoteles y un complejo residencial que ha dejado de momento 207 personas muertas y 450 heridas.

El oficial de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, informó que las primeras explosiones ocurrieron de forma coordinada a las 8 y 45 de la mañana en las iglesias cristianas de San Sebastián, situada en la localidad de Negombo, de mayoría católica, y en la de San Antonio, localizada en Colombo, capital del país y ciudad considerada como la más poblada.

Casi en simultáneo las explosiones, calificadas por las autoridades gubernamentales como terroristas, se registraron en tres hoteles cinco estrellas en Colombo, y en tres templos religiosos en Katana y Batticaloa, en el oeste y este de Sri Lanka, respectivamente, dejando también incalculables destrozos materiales.

Tras la tragedia, el gobierno del presidente de Sri Lanka, Maithriipala Sirisena, convocó una reunión de emergencia a la que asisten la cúpula política, militar y de las fuerzas de seguridad. Además, el mandatario hizo un llamado a la población a mantener la calma y no caer en rumores que generen pánico. Por su parte se informa de la detención de 7 personas en una redada tras decretar el denominado toque de queda en la capital.

Entre los heridos, que fueron llevados a hospitales de la ciudad, se encuentran ciudadanos extranjeros, informaron las autoridades.

Desde el Perú, un comunicado de la Cancillería de la República enfatizó que hasta el momento no se ha reportado peruanos afectados por estos hechos y condenó los mismos calificándolos de terroristas.

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