Con la política de “limpiar la casa”, el gobierno de Jair Bolsonaro anunció hoy que retirará de sus puestos de confianza a los funcionarios que no se reafirmen con la ideología de la nueva administración de ultraderecha. Así lo informó el ministro jefe de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni.

La ciudadanía “dijo basta a las ideas socialistas y comunistas”, afirmó Lorenzoni, con lo que justificó las medidas que pretende instaurar el ejecutivo brasileño. Asimismo, la promesa de salir de la crisis económica a través de la privatización ya se está volviendo una realidad con el anuncio de sacar a concesión varias infraestructuras de transporte.

En la Casa Civil, ministerio que articula las tareas del gobierno, ya fueron exonerados 300 empleados que tenían cargos de confianza, es decir, cuyo nombramiento depende de la administración de turno y no de un concurso público.

"Estamos teniendo el coraje de hacer lo que tal vez le haya faltado al gobierno saliente: ir limpiando la casa ya desde el comienzo", señaló el ministro. Esto, en Lorenzoni se refería al gobierno del presidente conservador Michel Temer, que sustituyó en 2016 a Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), destituida por el Congreso.

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